Mostrando entradas con la etiqueta Competencias Socioemocionales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Competencias Socioemocionales. Mostrar todas las entradas

domingo, abril 10

Centros con talento, del sólo Saber, al saber SER y saber HACER

 

La pregunta básica para entender cómo funciona la Inteligencia Emocional y sus diferencias con la Inteligencia Académica es, según Goleman:

“¿Cómo una persona tan evidentemente inteligente pudo hacer algo tan irracional, tan absolutamente estúpido? La respuesta es: La inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las personas más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de los impulsos incontrolables; personas con un C. I. elevado pueden ser pilotos increíblemente malos de sus vidas privadas” (Goleman, 1996, p.54).



Un contexto escolar favorecedor del desarrollo personal del alumno estimula la autonomía personal, favorece el planteamiento de metas, ayuda al desarrollo de conductas prosociales, y a la capacidad de vinculación y de compromiso, fomenta las relaciones cooperativas, entre otros efectos.

¿Qué estamos haciendo al educar sólo en el desarrollo intelectual del alumno?, ¿por qué nos empeñamos en crear un contexto escolar que frene el desarrollo personal del alumno o pasivo en este aspecto?. Este modelo sólo despliega sentimientos de incompetencia, estimula el conformismo, pone la importancia en los déficits y las necesidades, genera el desapego y la falta de compromiso. ¿Es el abandono escolar un fracaso del alumno, una falta de adaptación de éste al mundo educativo o un fracaso del propio sistema social y productivo?

Si entramos en una habitación a oscuras, la luz de una vela sólo nos dejaría ver una milésima parte de lo que hay en la sala. ¿Hasta qué punto nos resulta efectivo poner sólo el foco en una milésima parte de las posibilidades educativas?, ¿podemos constatar que avanzamos actuando de esta forma?, ¿disfrutamos hoy los docentes de la educación?.

Ni que decir tiene que el desarrollo personal (social y emocional) de los alumnos es un factor que no puede ser dejado exclusivamente a la responsabilidad de los profesores, ni de los proyectos de cada centro educativo. Debería formar parte de las políticas educacionales, que determinaran acciones específicas para los diferentes contextos escolares en relación con el desarrollo personal de los alumnos. Sin duda la creación de un clima social que favorezca el desarrollo personal de los alumnos plantea exigencias para los docentes. El desarrollo personal de los alumnos pasa por el desarrollo personal de los docentes y es prioritario promover iniciativas que permitan ese desarrollo a través de una formación continua del profesorado. Al fin y al cabo el profesor adoptaría un rol como formador de la personalidad de sus alumnos, como motivador y guía de sus propósitos educativos y en un futuro laborales. Sinceramente, no considero que deba ser quien se dedique únicamente a entregar conocimientos.

Estado deseado

Equilibrio Emocional y Racional


Creo que tenemos algo que decir quienes, sin apenas ser conscientes, entregamos al alumno una imagen de nosotros mismos, de nuestras actitudes y de nuestras competencias. Es evidente que dentro de este concepto educativo la figura del profesor es fundamental, el profesor del futuro o el de ahora debe atender no sólo al desarrollo intelectual de los alumnos, sino que debe ser consciente de la necesidad de trabajar la parte emocional. El nuevo papel del profesor debe partir de la concepción de que no es el único responsable de impartir conocimiento, ya que en la sociedad actual el conocimiento lo compartimos especialmente en Internet, o en los distintos soportes socio-comunitarios (Familia, Asociaciones,….). El conocimiento no gira en torno a la figura del docente; es por ello que este debe convertirse en un mediador del aprendizaje de sus alumnos o debe compartir su aprendizaje con el de sus alumnos, generando de esta forma verdaderas comunidades de aprendizaje. Bajo este concepto, debe ser una persona con grandes habilidades tecnológicas y el utilizar las nuevas tecnologías le permitirá acercarse al deseado modelo de educación personalizada, con el fin de adaptar los contenidos al ritmo de aprendizaje individual de cada alumno.

Para hacer efectivo el modelo que propongo de “Centros con Talento”, es necesario empezar por abrir el corazón de los estudiantes, y hacerlo respetando su diversidad, para lo que debemos partir de las cosas que tienen en común y éstas son las emociones, los sentimientos. En definitiva, el futuro de todo modelo educativo pasa por aprender a gestionar la diversidad de etnias, de las culturas, desde un ámbito socioemocional consciente de que manejando las competencias emocionales permitiremos enseñar a nuestros alumnos un mundo de mayor optimismo.

Robinson decía que la escuela de hoy mataba la creatividad. En un demoledor informe nos decía que el sistema educativo actual debe preparar a aquellos jóvenes que dentro de 65 años se jubilarán, y debe hacerlo en “un contexto en el que no sabemos qué va a pasar dentro de 5 años”, es decir, en un contexto de IMPREVISIBILIDAD, típica de un sistema que de forma permanente está cambiando. 


Informe Robinson


Si analizamos el sistema actual, veremos que desde que el niño crece se le va educando “para que desarrolle su cabeza”, es decir, para que adquiera conocimientos, centrándonos más en la parte racional, cognitiva, en el SABER y de manera especial en ese Hemisferio Izquierdo (Racional), y nos olvidamos del Hemisferio Derecho (emocional), de tal forma que sólo obtienen premios, puntos, notas; aquellos que suelen hacer los deberes, son los ganadores, y son los que suelen llegar a lo más alto. Son personas que toman decisiones únicamente con su cabeza (con su razón); su cuerpo, su CORAZON, sólo sirven para transportar a la misma. El sistema educativo actual se basa en las capacidades académicas y aunque permite abrir las puertas a otras competencias, las abre de puntillas, sin dar paso a las llamadas competencias emocionales, que sólo de manera objetiva y clara incorpora la comunidad de Castilla-La Mancha.

En definitiva, nos encontramos en una situación donde de una vez por todas debería triunfar el debate educativo sobre el debate político, para romper con la dinámica recurrente en la que los intereses políticos hipotecan al sistema educativo, para desgracia de tantos y tanto jóvenes y adolescentes.

Me gustaría concluir diciendo que en este siglo XXI y ante los nuevos retos sociales, en muchos casos propiciados por la crisis, está en nosotros fomentar un modelo educativo basado en lo que llamo “CENTROS CON TALENTO”, entendiendo por tales los centros que son capaces de trabajar la inteligencia emocional y la inteligencia racional, dos tipos de inteligencia necesarias para educar en el logro.

Muchos autores afirman que la Inteligencia Emocional debe ser la base, puesto que ésta potencia la inteligencia racional, provocando una disposición en la persona para alcanzar el objetivo o la meta deseada. Por ello, cuando adaptamos las tareas a las capacidades de nuestros alumnos, éstos entran en un nivel en el que fluyen (disfrutan de ella y se plantean retos). Si la tarea está por encima de sus capacidades genera ansiedad; si está por debajo, aburrimiento. Sin embargo, al adaptar los contenidos (razón) a las necesidades de los alumnos, orientamos hacia la consecución de metas y promovemos que sean más felices, no se aburrirán ni estarán sometidos a un permanente estrés que les lleve al abandono prematuro del sistema educativo.

Me gustaría concluir diciendo que los “CENTROS CON TALENTO” deben ver a la persona como un todo, no deben fijarse sólo en la cabeza donde incorporamos conocimientos (SABER), se debe ampliar el campo de visión y contemplar además el corazón (SABER SER) para tener en cuenta todas aquellas aptitudes y motivaciones que nos permiten orientarnos a la acción y nos generan estados de ánimos favorecedores del aprendizaje relacional. Y, por último, deberíamos incorporar el aprendizaje en estrategias basadas en el SABER HACER, es decir, desarrollar habilidades, destrezas y técnicas que permitan poder gestionar todo el talento que tienen los jóvenes, lo que les va a permitir enfrentarse al mundo laboral de manera efectiva.


Gráficamente me gustaría expresarlo de la siguiente forma:

Estado deseado

Equilibrio Emocional y Racional

Estado NO deseado

Desequilibrio emocional o racional



 

sábado, abril 9

Abandono escolar: ¿PROBLEMA…O FRACASO ANUNCIADO?

 Una de las herramientas mas eficaces para la Gestión del Conocimiento es la conversación: Las palabras que escogemos, las preguntas que hacemos, las metáforas que usamos……….” N.Dixon

Después de muchos años de experiencia en el ámbito docente y tras conocer distintas leyes educativas, que en mi modesta opinión en ningún momento han dado seguridad y estabilidad al sistema educativo, comprobamos una vez más que las estadísticas vuelven a marcar los objetivos y las prioridades de la educación. Problemas como la violencia escolar, la igualdad de género, la exclusión de las minorías étnicas o la inmigración, aunque nos siguen preocupando, empiezan a dar paso a otros problemas como el abandono escolar, que no es otra cosa que el propio fracaso del sistema educativo y social.




El panorama actual nos presenta un gran número de jóvenes que prematuramente abandonan el sistema educativo, fijados según distintos estudios en un 20% de jóvenes de entre 18 y 24 años, siendo dicho abandono superior en los varones que en las mujeres, frente a un 10% en los países de la Unión Europea. Las causas podríamos decir que son múltiples, una de ellas posiblemente es la inestabilidad permanente del sistema educativo, debido a que las leyes educativas no permanecen en el tiempo y esto genera desconfianza e inseguridad en quienes tienen que desarrollarlas, los profesores. Hemos perdido y destinado los últimos 35 años a discutir políticamente sobre un modelo educativo y no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo, olvidándonos del verdadero debate sobre la educación.

Para dar respuesta al abandono escolar se han debatido muchas propuestas, desde las externas a las instituciones educativas, como puede ser el papel de las familias, hasta las aportaciones de sectores sociales y comunitarios, pasando por el estudio del modelo de mercado de trabajo y de producción actual. 

Recordemos aquellos estudios que indican que tres de cada cuatro alumnos de infantil que terminen sus estudios dentro de 25 años trabajarán en profesiones que todavía no existen o que cambiaremos de empleo de doce a catorce veces a lo largo de nuestra vida profesional. (datos aportados por Nieves Segovia). 

Otras propuestas vienen de especialistas que hablan de la necesidad de flexibilizar el propio sistema educativo con itinerarios más abiertos para que los alumnos puedan incorporarse con mayor facilidad en un ambiente de tanta incertidumbre y temporalidad, o propuestas de medidas socioeducativas con el fin de paliar las diferencias sociales, programas como el PROA, programas de nuevas tecnologías, que pretenden sólo paliar o parchear situaciones problemáticas del ámbito educativo. Estas medidas de carácter recurrente y circular, siempre el mismo discurso, siempre el mismo debate, se basan en estudios estadísticos que no nos dejan avanzar en el verdadero debate sobre la educación y perdemos el tiempo en hablar siempre de los mismos temas, que siempre nos llevan a la misma conclusión y desemboca en el mismo problema, en este caso, un altísimo abandono escolar o fracaso escolar. Con ello estamos falseando el deseado debate del modelo educativo que queremos para el Siglo XXI. Son muchos los años perdidos frente a otros países de nuestro entorno, cuya característica fundamental se basa en la estabilidad educativa. Para su logro han sido favorables otras líneas de actuación encaminadas a conseguir o corregir las desigualdades del sistema educativo.

A este debate me gustaría aportar dos premisas de vital importancia, que deben ser los pilares en los que se fundamente cualquier modelo educativo y por las que debería pasar todo tipo de consenso. Una, que estamos en la sociedad de la Globalización, y otra, la Interculturalidad. Creo que además debemos ser conscientes de que el lenguaje digital representa el 93% sobre el lenguaje de cualquier idioma, bien sea el castellano o el inglés, es decir, la era digital conforma el 93% de la comunicación. Con estos ingredientes es fundamental saber que lo importante no es cómo transmitimos el conocimiento, sino cómo se establecen los niveles de relación para que esa comunicación llegue a todos por igual y de manera eficiente.

Ciertamente, el clima social que se genera en el contexto escolar depende, entre otros factores, del desarrollo social y emocional que hayan logrado los alumnos, del nivel de desarrollo personal de los profesores y de la percepción que todos ellos tengan de la manera en que sus necesidades emocionales y de interacción social son consideradas adecuadamente en el ambiente escolar. El desarrollo emocional y social ha sido conceptualizado como Inteligencia Emocional, como aspecto para lograr una educación más integral.


U

viernes, abril 8

LOS NIÑOS APRENDEN POR LO QUE VEN


Todos sabemos que los niños desde que nacen aprenden por observación, ellos suelen fijarse en lo que hacen y no en lo que dicen sus padres.

Por eso, no es casualidad que unos padres ordenados tengan hijos ordenados o que unos padres agresivos tengan hijos que usan la violencia para resolver sus conflictos, es lo que han “mamado” desde pequeños. Está demostrado que los adolescentes con padres que fuman, tienen más probalidades de tener hijos fumadores.

 Si aplicamos este concepto por ejemplo al ámbito educativo, (igualmente podría aplicarse en el ámbito laboral, social o familiar), podemos decir que lo que más se queda en nuestros alumnos/as es lo que perciben de los profesores NO por medio de la boca, sino por medio de nuestras conductas, de nuestros gestos, de nuestra forma de estar; convivir con ellos, esto es lo que más les va a quedar y más fuerza les dará en sus vidas.  Debemos de predicar con el ejemplo, no con el consejo, tanto si eres educador, político, padre o simple ciudadano.



Esta evidencia nos debería animar en ser nosotros mejores personas; si nosotros como educadores somos mejores personas, seríamos mejores educadores, mejores políticos, mejores ciudadanos, mejores madres o padres, algo de lo que cada vez estoy más convencido. Después de llevar más de 40 años dedicado a la educación; esto que he intentado aplicármelo a nivel personal y profesional, me ha permitido sentirme satisfecho de los beneficios que me ha aportado.